El conmovedor pasado de Chuponcito
A no ser que vivas en una cueva y carezcas de un sentido del humor, es imposible que no hayas escuchado o visto a Chuponcito. El payaso es un niño de unos 8 años que intenta comprender el mundo de los adultos, así que sus rutinas son sobre esta visión “inocente” que la mayor parte del tiempo no recordamos.
Sí, Chuponcito (llamado así por ser chaparro y panzón… es decir, como un tapón o chupón.) es ahora uno de los contados payasos famosos que genuinamente nos hacen reír. Pero como si se tratase de un guion de película, la vida del humorista ha tenido malos momentos, los cuales ha conseguido transformar en parte de sus rutinas cómicas.
Estos momentos conmovedores los ha revelado en entrevistas donde indagaron en el hombre detrás del maquillaje.
El pasado de Chuponcito
Para empezar, el comediante fue el último de 6 hermanos de una familia humilde. Dada la situación económica, sus padres decidieron “entregarlo” para que lo cuidara un medio hermano. Solo y apartado, Alberto, el verdadero nombre del payaso, tuvo que ganarse su propio dinero desde niño, porque como se suele decir, no había de otra.
El humorista ha dicho que desde muy niño le surgió la idea de ser payaso, así que pedía permiso para participar en fiestas infantiles con su cara pintada de manera improvisada.
Conforme creció, Chuponcito se convirtió en albañil y estuvo dividiendo su vida entre el trabajador de obra y su tiempo como soñador.
Dice el Chupón que “Alberto” es un milagro. Lo recalca porque a los 5 años se cayó en un hoyo mientras ayudaba a sus hermanos con la albañilería. Sufrió una fractura de cráneo y estuvo en coma un mes entero.
Entre otras anécdotas, el payaso aclaró la manera en cómo se hizo famoso.
Chuponcito entra al programa Se Vale… La gente va a decir “ah pues estaba apadrinado” ¿Pues de quién? De nadie. Solamente hacer un casting entre cientos de payasitos… formarse y ver si gusta o no gusta su trabajo.
Antes de tener un espacio en el programa… Chupón tuvo que hacer casting dos veces, hasta que se le hizo.
Y hasta la fecha, el payaso sigue haciendo reír a todos, transformando su entorno en un lugar más positivo.