El nieto de Cantinflas que terminó robando y viviendo en la calle

A Mario Moreno "Cantinflas" la fortuna lo siguió toda su vida, pero parece que aquello no siguió con sus descendientes. Uno de sus nietos se suicidó y otro terminó literalmente durmiendo en las calles al no poder controlar su problema de adicciones. Este último alcanzó el fondo del abismo teniendo menos de 20 años.

¿Conocías la historia de Gabriel Moreno Bernart?

Gabriel Moreno Bernart fue uno de los 3 nietos de Cantinflas. Gabriel Moreno Bernart tuvo que robar, asaltar y hasta prostituirse para obtener dinero y conseguir drogas mientras vivió en la calle. El nieto de Cantinflas lo ha confesado con tranquilidad, pues actualmente él se considera rehabilitado.

Moreno Bernart nació con el corazón reducido y escapó de su casa en su adolescencia argumentando que tenía problemas familiares. De acuerdo con él, fue su propio padre, Mario Moreno Ivanova, quién lo indujo a consumir drogas y tener sus primeras experiencias sexuales en centros nocturnos propiedad "de su padrino".

Ahí se volvió adicto a sustancias como la cocaína y la heroína. Huyó de su familia y terminó viviendo en una cancha de futbol en Tecamachalco, Estado de México.

Gabriel siempre fue acosado por los medios de comunicación.Aunque Gabriel se sentía libre, nunca lo fue . Su padre contrató un equipo de seguridad para que siempre lo mantuvieran vigilado y le pasaran información sobre su estado de salud. Cuando lo veían muy mal se lo llevaban y lo intentaban "rescatar". Lo bañaban y lo vestían y hablaban con él.

De acuerdo con el hijo directo de Cantinflas, Mario Ivanova, se intentó traer a Gabriel al buen camino, pero este nunca quiso volver con él. "Prefería la calle" aseguró su papá. Los Moreno Bernart lo dejaron vivir su vida.

El nieto de Cantinflas ahora se considera rehabilitado.Y ciertamente la vivió como quiso, a l menos hasta que falleció su padre en el 2017. Cuando asistió a su funeral, por fin aceptó ingresar a un centro de rehabilitación. Gabriel Moreno salió libre de drogas en el 2019 y desde entonces vive compartiendo su experiencia con las adicciones, junto con su hermana sobreviviente.

Por su parte, Mario Moreno Ivanova, su padre, contó en entrevistas que no se arrepentía de haber llevado a sus hijos a centros nocturnos a muy temprana edad. "Yo lo lleve, más nunca los incité. No era mi papel."

Actualmente Gabriel tiene 25 años y dice arrepentirse de no haber valorado su hogar.