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Don Ramón

3 lecciones muy importantes que nos dio Don Ramón

Si uno puso atención, Don Ramón nos dio varias lecciones de vida dentro del programa El Chavo del Ocho.
Publicado 6 Feb 2021 – 12:43 AM ESTActualizado 6 Feb 2021 – 12:43 AM EST
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Don Ramon y las lecciones de vida que nos dejó Crédito: Don Ramon y las lecciones de vida que nos dejó

Don Ramón fue un componente esencial en el programa del Chavo del Ocho y desde la partida de Ramón Valdés de este mundo ya nada ha sido igual. Aunque el papá de la Chilindrina tenía sus defectos, al final era un ejemplo de vida.

Si uno ponía atención, podía encontrar algunas lecciones dentro del personaje que debía 14 meses de renta. Sí, era medio desobligado, violento y gruñón, pero siempre será uno de nuestros personajes favoritos de la historia de la televisión.

Por eso hicimos esta nota, para presentar solo 3 lecciones que aprendimos al verlo (aunque podrían ser muchas más).

Don Ramón nos dio 3 lecciones importantes de vida.

Don Ramón y el valor de trabajo

Don Ramón casi nunca tenía dinero y estaba hasta el cuello de deudas, pero siempre se dejó claro que él nunca se cansó de buscar trabajo y llevar sustento a su casa. Las circunstancias no lo ayudaban, pero ahí lo veíamos, vendiendo globos, o churros, o siendo barbero. Todo esto sin que negara que odiaba hacerlo. Recuerda una de sus más grandes frases. Ningún trabajo es malo… lo es tener que trabajar”

La paciencia es vital

Hay una ley en el universo que dice que nunca se debe de actuar estando enojado. Cuando uno hace cosas estando furioso no se logra nada, es más, todo se complica. Don Ramón aunque no podía controlar sus emociones, era completamente dueño de sus actos. Recibió cachetadas, insultos, difamaciones, era subestimado y nunca perdió el control. Eso sí, luego se desquitaba con Quico o con El Chavo, pero lo hacía cuando ya estaba más tranquilo.

Debes indicar cuando te sientas incómodo y aprender a retirarte

Aunque Don Ramón era de la vieja escuela y se guardaba sus sentimientos para sí mismo hubo capítulos donde expresó claramente su incomodidad ante algunos temas. Bueno, no lo decía explícitamente, pero todos recordamos sus frases " Yo le voy al Necaxa" o "Qué pasó que pasó vamos ay". Las decía claro para que su interlocutor supiera que no estaba de acuerdo con el rumbo de la conversación.

Además, cuando todo se salía de control. Don Ramón aplicaba el "Con permisito dijo Monchito, que se fué a tomar un cafecito" con el que iniciaba la retirada estratégica.

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