Rafael Inclán: su paso por el cine de ficheras y por qué dejó de hacerlo
Rafael Inclán es un actor mexicano que cuenta con una larga trayectoria en cine, televisión y teatro. Actualmente sigue muy activo en estas áreas, sobre todo en el teatro.
El actor también llegó a participar en el denominado cine de ficheras. El cual floreció durante la época de los años setenta y los años ochenta. Este género heredó algunos rasgos de la comedia erótica italiana y también del viejo cine de rumberas, lo mismo que incluyó algunos elementos mexicanos. Una de las primeras y más emblemáticas películas de este género fue Bellas de noche, de 1975. También existe una película documental que es más actual y que acompaña a algunas de las actrices más representativas de aquellos años. Se puede encontrar en internet.
Y aunque muchas personas piensan en el cine de ficheras como algo exclusivo de las mujeres y de la sensualidad, varios actores pasaron por este tipo de producciones durante sus años dorados. Por ejemplo, Rafael Inclán.
Rafael Inclán
Rafael Inclán en el cine de ficheras
En una entrevista que le hicieron mientras se preparaba para salir a escena en el teatro, Rafael Inclán recordó su paso por el cine de ficheras, género que, en sus palabras "fue muy estigmatizado, pero bendito sea porque gracias a las ficheras me dieron trabajo los productores”.
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Para Inclán, el cine de ficheras fue parte importante de los motivos por los que le dieron algunos trabajos. Además, el género se ha estigmatizado ya que se ha limitado a su propuesta erótica, pero en realidad se trata más de una propuesta pícara. Sobre todo cuando se presentaba en el teatro, donde los protagonistas incluso manejaban más sutileza. Por eso, varios actores del mundo del teatro también participaron en películas de este género. Algunos ejemplos que el actor mencionó fueron L uis de Alba, Chatannoga, Zayas (Alfonso), Lalo El mimo, Flaco Ibáñez, Nateras. De acuerdo con el histrión, más de 40 personas hacían teatro erótico en aquellos tiempos.
Con el paso del tiempo, Rafael Inclán quiso salir de este género y buscar nuevas propuestas. Pero esta puede llegar a ser una labor difícil en la carrera de un actor. Por suerte, él contó con el apoyo de un productor hermano de Ismael Rodríguez, Roberto, quien tenía una compañía de cine llamada Películas Latinoamericanas, donde le dieron la oportunidad de ampliar sus espacios y posibilidades como actor. Según contó Inclán:
"Don Roberto me llevó un día un libreto y me dijo: ‘Quiero hacer esto con usted’, se llamaba El Billetero, de hace 30 o 40 años, y yo le dije: ‘Por qué no se lo da a Gómez Cruz, está perfecto por lo buen actor que es’. Y me dijo: Hágala usted, porque yo sé lo que hago, y la hice. El Billetero que dirigió José Luis Urquieta, con Pedro Armendáriz y Blanca Guerra, fue la primera, porque vinieron más. Un día Don Roberto le dijo a un director, “Busqué en el interior de Inclán, la mirada, lo trae”, y yo dije: ‘Pues ojalá’. Ese fue mi primer parteaguas en ese sentido, después vinieron El Héroe desconocido, Nicotina y más trabajos, pero igual me voy a hacer La Semesienta, porque creo que la dignidad del actor es personal en cualquier género".