Los 6 cómicos más tristes del cine mexicano. Parte 2
Durante la Época de Oro del cine mexicano se crearon distintas tendencias entre las producciones cinematográficas. Por un lado, algunos temas se exploraron en varias películas, por otro, los actores se repetían en ellas.
Esto quizá se debe a la fama que el cine de aquella época estaba obteniendo a nivel nacional e internacional, y al descubrimiento de la industria cinematográfica sobre las formas que más éxito tenían entre el público.
Una de las tendencias que encontramos en la comedia de aquella época es la c apacidad del espectador para reírse de los infortunios de algunos personajes. Es decir, divertirse de ver a los actores cómicos meterse en problemas, pero eventualmente encontrar la mejor manera de salir de ellos, siempre conservando la gracia. Aquí te mostramos 3 ejemplos sobre esto, y aquí puedes leer otros 3.
1) Joaquín Pardavé
En sus papeles, Joaquín Pardevé solía asemejar a una persona bastante sumisa y bonachona, lo cual provocaba risa entre los espectadores, aunque estrictamente hablando podría parecer que se reían del hecho de que era un personaje demasiado inocente para poder tener maldad en su ser.
¿Ya conoces el terrorífico rumor sobre la muerte de Joaquín Pardavé? Si no, puedes hacerlo aquí.
2) Mantequilla
Fernando Soto era el actor que daba vida a Mantequilla. Fue muy famoso en el cine de la Época de Oro. Sobre todo porque apareció en escena junto con grandes actores de la época como Pedro Infante y Jorge Negrete. Sin embargo, no obtuvo papeles estelares en el cine de aquellos años. Lo que sí, su expresión facial denotaba cierta tristeza, pese a que sus actuaciones eran tan cómicas que robaban la atención del público.
Además de su trabajo frente a la cámara, la muerte de Fernando Soto fue trágica. Puedes leer al respecto aquí.
3) Clavillazo
Antonio Espino interpretó a Clavillazo durante varios años de la Época de Oro del cine mexicano. En sus actuaciones se notaba cierta tristeza en su forma de hablar, lo mismo que en la forma en que se vestía. Pese a ser un cómico, usaba pantalones muy amplios, mangas largas y sombreros exóticos que le daban un aire de desgracia a su apariencia física.