Tin Tan nunca supo de qué iba a morir: Se revelan datos sobre sus últimos días
Germán Valdés Tin Tan fue sin lugar a dudas, una de las grandes leyendas de la comedia mexicana de todos los tiempos. Tras su trágica muerte a principios de los años 70, su aura se hizo aún más grande.
Su carisma, su talento, su histrionismo y su versatilidad, contribuyeron que su figura se haya vuelto legendaria y siempre admirada a través de las décadas. Por algo, generaciones van y generaciones vienen y sus películas siguen siendo celebradas y muy vistas. No por nada es uno de los contados actores mexicanos inmortalizados en una estatua (toma esto, Capulina, la tuya en Chignahuapan no está tan padre).
Lo cierto es que más allá de la leyenda y de la fama, el actor pasó sus últimos días en una situación no muy agradable y sí muy compleja y triste.
Recientemente se ha revelado que Tin Tan, de quien se cumplió el pasado 29 de junio un aniversario más de su fallecimiento acaecido en 1973 a la edad de 57 años, vivió una difícil temporada.
¿Los motivos? Que en esos años, la suntuosa época del Cine de Oro estaba terminando, lo que afectó las carreras de muchos de los actores más cotizados de esos tiempos, quienes vieron mermadas sus oportunidades de trabajo en el cine (ya luego vendría la avalancha de las películas de ficheras, donde no nos imaginamos a Tin Tan).
Mientras que esos años fueron fructíferos para sus hermanos Ramón Valdés (Don Ramón) y Manuel “El Loco Valdés” gracias a su popularidad en la televisión, para Germán Valdés sin duda fue complicado dejar de ser la gran estrella y conformarse con papeles secundarios en producciones como Chanoc (1969).
En esos tiempos, los problemas financieros del actor se agravaron cuando decidió invertir parte de sus ahorros en los negocios de un magnate llamado Joe Manny (qué nombrecito de mafioso se cargaba). Desafortunadamente, el inversionista (de quien la verdad no nos consta que haya sido amigo de Al Capone o Scarface) falleció en un accidente aéreo, dejando a Tin Tan con gran parte de su capital perdido.
En esa misma época, su caserón de Acapulco fue embargado por las deudas y el actor, para su mala suerte, tuvo que pasar algunas horas en prisión por los constantes incumplimientos de contrato (ya ni Don Ramón por no pagar la renta).
No, no eran buenos tiempos para el Pachuco de Oro, cuyas épocas de gloria parecían haber quedado en el olvido (y aquí es donde los productores tienen material para hacer una biopic mejor que la de Luis Miguel y la de cualquier figura mexicana).
En esos años, el actor comenzó a sentirse enfermo y pronto se enteró de que tenía una hepatitis avanzada que poco después se convertiría en un cáncer de hígado intratable. Durante esa época, Tin Tan se ayudaba con los ingresos de los discos compilados de sus éxitos.
¿Qué opinaría Tin Tan de su sobrino Cristian Castro?
Lo que no todo mundo sabe, es que por decisión de su hermana llamada Guadalupe Valdés y de Rosalía Julían, la esposa del pachuco, Germán Valdés nunca se enteró de que padecía cáncer (o al menos eso se ha dado a conocer a la opinión pública).
Como su mal ya estaba muy avanzado, su familia decidió que el actor viviera sus últimos días tranquilo, hasta que falleció de un ataque al corazón en aquel año tan triste para la comedia nacional y el mundo del entretenimiento.